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 Queridos alumnos, queridos docentes, queridas escuelas, queridas familias: 
7/11/2011 
 Hoy volvemos a las aulas, pero desde hace unos días, nuestros corazones no son los mismos. Hemos perdido trágicamente a siete niñas del Colegio “Santa María”, a su Vicedirectora y a una docente en el accidente de Zanjitas. Ellas nos han precedido en el signo de la fe, y ahora duermen el sueño de la paz, como decíamos el mismo 2 de noviembre. 
 
La Escuela “Antártida Argentina” de Zanjitas, con su Directora a la cabeza, brindó los primeros auxilios. Esa escuela, pequeña, humilde, alejada, dio muestras de generosidad y humanidad que nos enorgullecen. 
 
El dolor por la pérdida, profundísimo, lacera hondamente nuestra historia como sociedad y como comunidad educativa. 
 
Otras niñas y adultas, felizmente, se están recuperando. Las menores que partieron, con su niñez, cándida, inocente, enamoradas de la vida, testigos del mensaje cristiano y solidario, serán la fortaleza para sus familias, sus compañeras y para nosotros mismos. 
 
Nos quedan días y momentos muy difíciles de atravesar, y muchas veces el recuerdo, la angustia y las preguntas que no tendrán respuestas, nos querrán presentar un mensaje sombrío y desesperanzador. Mas, afortunadamente, el ser humano puede sobreponerse a las más duras adversidades, y posee la fe para creer que es posible salir adelante, la esperanza que el sol brillará para todos, y la virtud del amor y la solidaridad que nos permitirán construir un mundo más fraterno. 
 
Estimados docentes: debemos ser fuertes, prudentes, con la convicción que seguiremos siendo los baluartes y guardianes de lo más preciado que tiene un pueblo: sus niños y jóvenes. En sus rostros, ora en el aula, ora en el recreo, ora en las calles y plazas, encontraremos toda la alegría, la fuerza y la templanza necesarias para seguir construyendo la maravillosa empresa llamada educación. 
  
¡Adelante! 
  
Dr. Marcelo David Sosa 
Ministro de Educación 
 
 
   
		
 
  
 
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